Cuando te pasan varias cosas, no solo malas, pero todas intensas, donde hay malas muy malas. Te enfrentas a ellas solo y gracias a tu tesón las conviertes en buenas, las conviertes en educativas, te das cuenta que has crecido. No en edad sino como persona.
Durante todo ese periodo de tiempo mi única obsesión era salir airoso de esos problemas, no piensas en nada ni en nadie, el mal aprieta y debes enfrentarte a él e intentar llegar a buen puerto. Después de la tormenta llega la calma, después de solucionar todos los problemas y salir airoso llega la hora de digerir y de desechar todas los miedos y todos los trastornos que se han ido acumulando durante todo el tiempo de aprendizaje, sin lugar a dudas es el peor momento, la verdad es el más complicado. Así han sido mis últimos siete u ocho meses en intentar digerir todas las escorias derivadas de un proceso de gran estrés.
Terminado ese proceso me dispongo a EMPEZAR DE NUEVO, y volver a coger la senda que me dejé halla por noviembre de 2005. Muchas gracias
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