Otros con buen mate y música, sueñan.
Piensan que han sido muy pobres en arte.
Piensan quizás, que para ganar, ellos retan.
El poker de caras, y ellas dos, no son azar
Pues yo creía que la suerte me sonreía.
Pero la francesa de ayer me hizo pensar.
Me hizo ver que todo es pura armonía.
Se va el verano, aun no, que cambió mi vida.
El azar no existe y hacer reír sólo al cercano.
Y con una lección ya aprendida, ya asumida.
Tu a mi no me gustas, tu sí me gustas verano.
Han sido cinco años de hastío, cinco de infierno.
No vuelvo, no volveré nunca, lo juro por Dios.
Soy libre de elegir, soy un hombre nuevo.
Pero sin olvidar nunca, la idea mayor.
Tengo que olvidar los malos momentos ya.
No puedo seguir pensando en el ayer.
Tengo que respirar los nuevos vientos del día.
Tengo que vivir este momento, allí estaré.
El veintisiete de junio de dos mil once.
Aprendí a amar, aprendí que soy único.
Aprendí que para ser un buen estoque.
Hay que ser grande y uno mismo.
Si hay que morir, uno muere matando.
Si hay que vivir, uno vive amando.
pero de ahí no te muevas amigo.
Pues puedes olvidar de quién eres hijo.
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