A veces creemos que todos los jugadores de la partida de póquer siempre van de farol, o no, pero no todos tienen que ir de farol. Yo soy un mal jugador de póquer, pues nunca o rara vez voy de farol, no me gusta ir de farol, pues con que te pillen una vez, una sola vez, ya no eres el mismo, eres un perdedor, es así. Ir de farol, está bien, tiene sus pros y sus contras, si te sale bien, has triunfa'o, pero como te salga mal, ya no puedes volver con lo mismo. En el juego ir de farol solo repercute en esas partidas, y mañana nueva partida y a volver a empezar, pero en la vida, como cometas un fallo, como te pillen por ir de farol, LA HAS CAGADO, es así de sencillo. Como dijo una amiga mía en un foro, "La desesperación infunde valor al cobarde" THOMAS FULLER, es cierto, es así, el cobarde, es el que siempre va de farol, pues no le queda otra, y teme mucho al que no va de farol, y alimenta con miedo las debilidades de su contrincante para ganar la partida, o sea, lo que siempre se ha llamado ir de farol. Pero lo que nunca debe olvidar el cobarde es que hay más días que botellines y que la verdad siempre aflora.
AYER. No sabía estar en varios escenarios de la vida. HOY. Sé estar en la mayoría de los escenarios de vida, aunque en algunos aun no sé. MAÑANA. Sabré estar en todos, y será el 14 de febrero, para esa fecha tengo que saber estar en todos los escenarios. NOTA: TODO AQUEL QUE SE SIENTA IDENTIFICADO CON ALGÚN PERSONAJE DE ESTE DIARIO ES BAJO SU RESPONSABILIDAD, PERO POR PARTE DEL AUTOR ES PURA COINCIDENCIA. AMPARANDOSE EL BLOG ENTERO EN EL ART. 20 DE LA CE
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