sábado, 10 de diciembre de 2011

LA SALIDA, LA ENTRADA.

Las hadas se sientan al rededor de la mesa para hablar, para difundir la palabra de la vida, de la muerte, de las noches de la higuera muerta, de lo que no está hecho. Me imagino la imagen de la madre superiora, cansada, harta de ver niños malos, niños enfermos, niños sin ilusión, sin imaginación, desnudos ante el mundo. No saben dónde van, están perdidos, no tienen papa, no tienen mama, están solos, no saben dónde ir, no sienten, ni consiente. Están rodeados de hadas que les alimentan, les enferman, les dicen cómo tienen que actuar, les dicen como tienen que decir, les dicen como tienen que alimentar, les dicen como hacer para no caer en los errores, les mandan, les ordenan, les visten, les alimentan. Pero no son libres, no se equivocan, no se apartan de la calle, no son ellos, no son dueños de sus vidas, son niños sin vida. No se equivocan nunca, todo lo hacen bien, pues no hacen nada. Tienen miedo de no hacer nada, no quieren hacer nada, se sienten solos, se sienten sin alma, sin ideas, sin ilusión, sin guerra interior, están muertos, no tienen a nadie, pero ellos se deben a todo. Trabajan todo el día, consumen, trabajan y consumen. No hacen otra cosa, solo cocinan lo que otros se comerán, no son libres, son esclavos de unos valores que no existen, no quieren hacer el ridículo, no quieren moverse, no quieren equivocarse, pues se creen perfectos, y no quieren evidenciarse, no quieren darse cuenta que son humanos y que están vivos, y como vivos, como niños libres y vivos.

Las semanas pasan y con ellas los recuerdos, las tardes se vuelven lentas, y tristes. No quiero pensar en esos niños, cansados de andar, cansados, desilusionados, rotos por el dolor, llenos de odio, cansados de vivir la vida que otros le han escrito que hagan, cansados de reír, cansados de pensar, de no soñar, de imaginar, de no morir, de no vivir, de no hacer nada, de no imaginar la vida sin estilo, sin silencio, sin ilusión.

Pero han visto una salida a su desilusión, han muerto sus hadas, han muerto sus castoras, han muerto sus hadas, han muerto para siempre, y ellos están vivos, ellos pueden y deben de escapar y ver la vida y equivocarse, EQUIVOCARSE que palabra más bonita, pues el que no se equivoca no aprende nada, no se arrepiente de nada. Equivocarse es humano, equivocarse dice que estas vivo. Amigo piensa, amigo piensa, por un momento piensa.........................

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