martes, 15 de noviembre de 2011

140 DIAS QUE NO OLVIDARÉ NUNCA

Mira, hace tiempo pensé, y si esto es así, me quedo en el olvido. 140 días justos, 140 días para recordar siempre, y bueno, ahora vienen otros más. Recuerdo el inicio del verano, recuerdo ese julio de infarto, ese agosto de más infarto, recuerdo Calpe, recuerdo las fiestas de Ciudad Real, que por cierto tengo que terminar lo que empecé, que no lo termine la suerte. La suerte es maravillosa, la suerte me busca por todas partes, o no, no lo sé. Miro al espejo, mi mente me dice, me comenta, me insinúa que esto no puede seguir, que esto no es parte del todo, que esto va a terminar mal, o no, lo más seguro que no, que esto es lo mejor que puede pasar, que esto no es más que un sin fin de situaciones, sin fin, sin inicio, sin nada que contar, sin nada que asimilar, sin nada que ver, sin nada que decir, con las situaciones al final, al principio, al final, al ser igual que todo, que ocurre mañana al final del día, que ocurre el viernes al final del día, que ocurre los días enteros, al final del día, que ocurre. La mañana sigue, siguen los problemas, sigue la intranquilidad, sigue la prima de riesgo subiendo, esto no para, esto no para, esto se hunde. Capitalismo es hambre, capitalismo es caos, capitalismo es el sistema de mercado. Las canciones de los Simpson suenan en la radio, es una canción de verano, de cansancio, de caos, de perdición, de que todo está perdido, queda que esto no termine nunca, que esto no acabe nunca, eso es lo que quiero decir, eso es lo que deseo decir.

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