La mirada de la gente busca saber más de lo que nos está pasando, vivimos para ser escuchados, nos morimos de ganas que alguien nos escuche, para recordar pues que no estamos solos. Pero lo más importante en esta vida es que te miren, que te miren, que con una mirada te lo digan todo, que con una mirada te digan que no estás solo, que te sientas arropado, que te sientas único, única. Sé que esto puede sonar a cursi, puede sonar inactual, pero todos a todo el mundo le gusta que le miren, no que le vean, que le miren, que le miren a los ojos, y le digan con esa única mirada que lo dice todo, que es la persona más maravillosa que jamás se ha parado ante sus ojos. No me refiero a esas miradas de extraños o conocidos, pues nos pueden mirar por lo bellos que estamos o somos, que siempre se agradecen, o casi siempre, según sean y de quien venga. Me refiero a las miradas de afecto y sobre todo a las miradas que dan cobijo y calor y sobre todo a las miradas que en un segundo lo dicen todo.
Por eso hay que pensar y ver que a veces nos sentimos solos, llenos de soledad, y a veces nos preguntamos por qué estamos solos. Ojo, puedes estar todo el día con gente, con tus amigos, con tu pareja, con tus primos, con tus tíos, con tu familia, con tu mama, con tu papa, con tus compañeros de trabajo, con tos compañeros de clase, con tus amigos de la infancia, con tus amigos del colegio, y sentirte solo, completamente solo. Pues somos incapaces de decir, de expresar lo que queremos expresar, no me refiero a decir todos nuestros sentimientos, pues dentro de nosotros tenemos cosas que queremos decir y otras no. Yo me refiero a esas cosas que queremos expresar y no lo hacemos por distintos motivos, no lo hacemos, y eso nos hace sentirnos solos y lógicamente tristes.
Sé libre, salta, ríe cuando tengas que reír, llora cuando tengas que llorar, así como meas cuando tienes que mear, comes cuando tienes que comer y duermes cuando tienes que dormir.
Libérate, MUCHAS GRACIAS
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